viernes, 12 de agosto de 2016

---Creppypasta pokemon--- El hombre enterrado vivo





Se cuenta que en el juego de la Game Boy pokemón Rojo, al finalizar la historia de la torre Lavanda, llegabas a encontrarte con una tumba  de un Marowak fallecido al que te tienes que enfrentar. Si usas el Silph Scope, revelaras  así su forma original además de derrotarlo, calmando así  su alma haciéndolo volver al descanso eterno.

Pues según este relato, la tumba de la Marowak es sustituido por la imagen de un hombre enterrado en el suelo, con aspecto desnutrido y calvo, donde aún permanece con vida. Al llegar a este último piso, se da una conversación directa con él automáticamente, del cual esta es una de sus conversaciones:

Buried Alive: Estás... aquí.
 BA: Estoy atrapado...
BA: Y estoy solo...
BA: Muy, muy solo...
BA: ¿...te unes a mí?

Después de que el termine de conversar, te daba a responder con un “sí” o un “no”, si decías que “no” podías seguir jugando siempre atascado en Pueblo Lavanda pero si decías que “sí” comenzarías en una secuencia de batalla con él.
El hombre enterrado aparece en la pantalla como un entrenador, donde posee  dos manos blancas a un nivel de 75, un Gengar a nivel 69 y un Muk a nivel 75.
Por lo visto, lo esperado es que no le ganases, por lo que si le derrotabas con un golpe de suerte,  el juego se colgaría pues no se escribió ninguna función en caso de victoria, pero podrías volver al juego reseteándolo haciendo que el juego volviera a funcionar y consiguiendo pasarte el pueblo lavanda como si hubieses enfrentado al Marowak ya que no se hace mención del personaje en todo el juego.
En cambió, si perdieses la batalla finalizaría con una vista habitual y el hombre enterrado respondiéndote entre un extraño  galimatías:
“¡Por fin! ¡Carne fresca!”
Tu personaje es arrastrado hasta el hombre enterrado y la pantalla se oscurecería hasta convertirse en un fondo negro, con la espeluznante imagen del hombre enterrado devorando a tu personaje, sin la oportunidad de reaparecer en el centro Pokemón como habitualmente solías hacer.
Lo peor de todo no es la imagen en si sino que por mucho que intentases apagar la consola o retirar la tarjeta de la Game Boy o reiniciarlo no te saldría ni la pantalla del inicio de la consola.
Sólo la imagen del hombre enterrado devorándote para siempre.



Aun así no hay pruebas visuales de tal hecho, ya que es casi imposible encontrar alguno de los supuestos cartuchos de la 1ª generación que salieron con estos personajes.

Después de todo son leyendas urbanas y mitos de pokemon, o no. 

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